lunes, 22 de febrero de 2016

VISITA A ESTRASBURGO. 28-30 DE ENERO 2016

IES ODIEL en Euroscola

El pasado día 28 de enero, un grupo de alumnos del IES ODIEL (de 4º A y B; 1º A de Bachillerato; y de 1º y 2º del ciclo de Atención a personas en situación de dependencia) fue invitado a participar en la jornada de convivencia, que organiza el Parlamento Europeo en Estrasburgo, con el nombre de Euroscola.

viernes, 19 de febrero de 2016

Relato 9

     
Desde lo alto del árbol en el patio de mi casa, siempre que observaba el paisaje se me cortaba la respiración. Cuando me sentía triste, enfadada o preocupada, trepaba a lo alto del árbol y todas mis preocupaciones se iban. Eso era lo que me ocurría en aquellos momentos.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Relato 8

Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa, en una tarde de otoño, yo estaba en mi casa del árbol y, de pronto, una piedra golpeó la madera. Me asomé para ver quién había tirado esa piedra y descubrí que era Zeus, uno de mis mejores amigos; le dejé subir. Era halloween, había una fiesta en el centro del pueblo a la que queríamos acudir y luego, a media noche, nos iríamos a una casa abandonada que la gente decía que estaba encantada. Habíamos quedado con nuestra reunión; eramos 10 personas y, aunque yo no hablase mucho con los demás, me llevaba bien con ellos.
Mi amigo había venido para terminar de preparar los disfraces. Yo me disfracé de 
zombie y mi amigo de alíen. Más tarde, llamamos a los demás y quedamos en par de horas en el parque, para, desde allí,  ir a la fiesta. Como siempre llegaba tarde, menos mal que me esperaron.

martes, 16 de febrero de 2016

Relato 7

     Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa, una noche de invierno, yo me disponía a ver una película, cuando, de repente, escuché unos pasos en la planta de arriba. Me levanté y fui a averiguar de dónde venían. Estaba subiendo las escaleras y de pronto vi una sombra Me asusté, corrí hacia mi habitación, pero algo me agarró por el cuello y me tapó la boca con un pañuelo, solo recuerdo que la sangre manchó la alfombra. Después, algo me despertó, pero yo no estaba en mi casa. Todo estaba oscuro, solo percibí una luz que me iluminaba la cara. De pronto vino alguien, se sentó en frente mía, se encendieron todas las luces y el hombre me preguntó:
- "¿Qué hacías ayer en la fiesta?"
Yo me quedé pensando unos minutos y le dije:
-" Mis amigos me invitaron a esa fiesta".
El hombre se fue sin dar explicaciones, se apagaron las luces y todo volvió a estar oscuro.

Al día siguiente, otra vez vino el hombre y me dio comida y agua. Otra vez se encendieron las luces y ese hombre me pregunto:
-"¿Cuántos años tienes?"
Yo le respondí que tenía 18 años. Después le pregunté que quién era él, pero me respondió que él era un hombre normal y que su trabajo era proteger a la gente.
Se fue y no volvió hasta la noche. Yo sequía sin saber dónde estaba, así que, cuando vino y lo volví a ver, se lo pregunté y me dijo que yo estaba en un lugar seguro. Me miró fijamente, me dio una manta y se fue. Yo no sabía dónde estaba, tenía miedo, y ya hacía cuatro días que me encontraba allí y no sabía nada. Nada de mi familia, nada de mis amigos, nada del misterioso hombre. Sólo sabía que estaba en un lugar seguro (o eso decía el hombre).
Aunque intentase escapar, yo sabía que no lo conseguiría jamás. En ese momento, vino el hombre de nuevo y yo le pregunté qué había pasado y él me contó que nuestro país había entrado en guerra y que todo había sido destruido. Ahí me di cuenta de que no volvería más a casa.
Moisés Ujica

domingo, 14 de febrero de 2016

Relato 6: Un día normal

     Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa, yo estaba asomándome, mirando al cielo. 
      Bajé del árbol lentamente, fui dentro de casa, hice los deberes de Lengua y de Matemáticas que eran muy difíciles y, después, le pregunté a mi madre si podía salir a dar una vuelta con mis amigos. Me dijo que sí, pero que, al día siguiente, tendría que estudiar. 

Relato 5

     Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa, me quedaba sentado en una gruesa rama todas las tardes. La verdad es que aquel era mi sitio favorito, también me refugiaba allí cada vez que mis padres tenían sus continuas peleas. Pero aquel día era diferente, se escuchaban más gritos de lo normal; sonó un golpe ensordecedor y a los minutos vi como salía mi padre de casa. Así fue como decidí entrar en ella y, desde la entrada, observé algo extraño.

Relato 4


        Desde lo alto del árbol del patio de mi casa, vi algo que me llamó la atención, algo no muy usual, algo bastante extraño para verlo desde una casa. Me parecían pájaros, pero me acerqué a observar. Aquello era una especie de familia de murciélagos, por así decirlo. Me quedé muy sorprendida y decidí no contarle nada a mis padres puesto que no le di importancia. Y así pasaron los días y nadie se dio cuenta de lo que había en aquel árbol. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

Relato 3: Momentos de locura

Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa, observo las estrellas prestándoles mis dos ojos para poder grabar en mi pupilas aquellas joyas, no sé cuándo he llegado aquí ni cuánto tiempo llevo, solo sé que no puedo apartar mi vista, me absorbe cada joya haciendo que no sienta el desamparo de la noche y haciéndome creer que esto puede durar para siempre. De pronto, se apagan una a una haciendo que comprenda que debo continuar. Bajo del árbol, sigo un camino de piedra desgastada y solitario, me fijo en las cosas de mi alrededor: mil extravagancias ocurren para mis ojos, tantas que no puedo fijarme en cada detalle; hombres vestidos con ropa femenina, mujeres peludas, seres que parecen sacados de un libro...

martes, 9 de febrero de 2016

Relato 2

Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa podía divisar el bosque, donde solía jugar cuando era pequeño. No me pude resistir; bajé del árbol y caminé hasta adentrarme en él. Todos fueron recuerdos de mi niñez. Siempre quise volver, pero me resistía. ¿Cómo pude dejar de venir? Aún estaba todo igual. Allí seguía el árbol con mis iniciales talladas, el puente de madera en el río... Fue cuando me pregunté:“¿Estará el señor don Oso con el que mi amigo Eric me solía aterrorizar mientras jugábamos entre los grandes árboles? ”Seguí caminando hasta introducirme en el corazón del bosque, donde realmente me sorprendió encontrar nuestra cabaña. Aún seguía teniendo la bandera en el tejado, el escudo y la espada sobre la pared de la entrada. La madera envejecida y húmeda me trajo más recuerdos.

lunes, 8 de febrero de 2016

Relato 1: La excursión

(Publicamos una serie de relatos, escritos por alumnos y alumnas de 3º D y coordinados por la profesora Rosa Alcalá, que debían cumplir dos condiciones:
Tener más de 300 palabras.
Contener tres frases en común.)

Desde lo alto de un árbol en el patio de mi casa visualicé todo el entorno. Al frente, entre eucaliptos, el río Odiel; a la izquierda el puente de hierro que ahora es una vía verde pero hace muchos años fue una vía férrea que cruzaba el río. Era una línea ferroviaria que finalizaba su trayecto en Ayamonte. Mi madre decía que cuando era como yo iba a la playa de la Antilla en ese tren y que siempre iba cargado de turistas extranjeros (“guiris” es como se les llamaba a estos viajeros) cuyo destino era Portugal. A la derecha otro puente cruzaba el río, el de la carretera nacional A-49 y que se le llama “El Desvío” y al barrio que colinda con éste se le denomina “El Puente”. Las cigüeñas sobrevuelan continuamente el río y sus orillas para buscar ramas, que transportan en sus potentes picos, para hacer sus nidos en los campanarios del Convento del Vado, en la torre de Santiago, en el campanario de San Juan, en las estructuras metálicas que sirven de soporte a los cables eléctricos y también en los troncos de las palmeras que han perdido sus copas a causa de una plaga de gusanos rojos.