Todavía no tienes edad de comprender mis palabras y seguro que tardarás en leer mi carta, pero quiero que sepas que cuando te hagas más grande y entiendas, verás que, cuando hagas alguna de las tuyas, seré yo la que se enfade y te regañe; seré la que te secaré las lágrimas y te abrazaré cuando la vida no te trate bien; la que te haga tonterías para sacarte esa sonrisa linda que me encanta.
Eres mi mitad, un pequeño pedacito de mí y supongo que así es el amor de madre: entregarme a ti sin miedo. Te quiero cuidar y quiero estar siempre ahí para ti, sobre todo, cuando más me necesites. Te enseñaré a sobrevivir en este mundo que, a veces, no se entiende, pero tú me enseñaras a ser una madre fuerte.
Es increíble, hijo, como alguien tan pequeñito puede hacer sentir algo tan gigantesco.
Tu madre que te quiere con locura, porque eres lo mejor de mí
No hay comentarios:
Publicar un comentario